En esta ocasión, la muestra que he elegido se corresponde a un fragmento del artículo "Hacia una nueva didáctica de la contrastividad en las LE: el enfoque cognitivo extraído de la revista didáctica Carabela, en concreto del tomo La lingüística contrastiva en la enseñanza de E/LE (II)". Este fragmento escrito por López, C., fue presentado en el módulo 4: Español en contraste de la asignatura Lengua Españolá en Contexto impartida por el profesor Francisco José Herrera Jiménez.
A continuación, adjunto la muestra original:
"La contrastividad entre lenguas, desde un enfoque cognitivo, adquiere una nueva significación, ya que la relación entre las palabras no es un mero parecido o diferencia entre sistemas lingüísticos, sino que los aprendientes pueden determinar de antemano zonas de errores que pueden evitarse."
Como hemos podido observar, el fragmento trata sobre el contraste y las diferencias entre las diferentes lenguas, y a su vez, menciona la posibilidad de prever o anticipar ciertos errores o dificultades propias de cada lengua materna en el aprendizaje de una lengua extranjera. Esto, obviamente, puede ser muy interesante y valioso desde el punto de vista del profesor y la planificación de la enseñanza.
El motivo por el que he seleccionado esta muestra es que, relaciona, en cierto modo, los conceptos o disciplinas de tipología lingüística y lingüística contrastiva, que no conocía antes de realizar el máster, pero que considero primordiales en el proceso de enseñanza-aprendizaje de cualquier enseñanza de lenguas extranjeras. Estas dos áreas, que estudian la diferencia entre las lenguas y sus consecuencias, no solo detectan las características más comunes de alumnos que comparten una misma lengua materna, sino que además, definen la distancia lingüística entre la lengua materna y la lengua meta extranjera.
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Mirando entonces el fragmento y su relevante contenido, reflexioné sobre mi papel como profesor y las ventajas de conocer los conceptos mencionados. En cuanto a las ventajas que estas materias suponen, pienso que es importante que un profesor de segundas lenguas tenga nociones básicas de tipología lingüística, ya que la didáctica aplicada en cada situación variará o debería responder, en cierto modo, a la distancia tipológica de la lengua meta y la lengua nativa de los alumnos. Así mismo, pienso que deberíamos tener en cuenta los parámetros de variación interlingüística existentes entre las lenguas (meta y nativa), especialmente cuando existe una diferencia tipológica considerable entre ambas. Del mismo modo, cuando la diferencia tipológica entre las lenguas sea pequeña o ambas se sitúen en la misma familia lingüística, puede también servirnos para enfocar la enseñanza de los niveles (morfológico, sintáctico, fónico, etc.) en los que las lenguas en cuestión estén alejados tipologicamente.
En otras palabras, una vez profundizado en el contenido del fragmento y sus conceptos, mi visión acerca del enfoque didáctico a utilizar ha evolucionado y se ha enriquecido, puesto que he llegado a la conclusión de que la enseñanza de segundas lenguas debe prestar especial atención a los parámetros de variación interlingüística detectados, ya que son los aspectos más alejados de la lengua materna de los alumnos.
Este enfoque, a su vez, nos dará la oportunidad de comprender y anticipar los errores de los estudiantes, de crear o proponer herramientas o estrategias de aula adecuadas y necesarias (actividades, tareas, dinámicas grupales, etc.) en relación a las necesidades de los alumnos, de incrementar la empatía del profesor con los estudiantes y en definitiva, nos permitirá diseñar y manejar situaciones de aprendizaje mucho más eficaces de cara a la enseñanza de segundas lenguas.
En cuanto a la aplicación de estas ideas en mi enseñanza, intentaré llevar estos nuevos conceptos y enfoques adquiridos a la práctica y aprovechar, en cierto modo, las ventajas y calidad que estos brindan. De este modo, analizaré las lenguas maternas de mis alumnos, y tendré en cuenta los parámetros de variación interlinguistica, es decir, las diferencias entre su L1 y el español, para así, establecer estrategias de enseñanza y atender a las necesidades de mis estudiantes.
Por último, me gustaría puntualizar que saber las diferencias y similitudes entre dos o más lenguas no es algo imprescindible para un profesor de español, pero si algo muy útil, pues nos marcará, en cierto sentido, el camino a seguir y el tipo de didáctica a aplicar. Al fin y al cabo, un conocimiento de estas materias aportara un un punto de calidad a nuestra enseñanza.
BIBLIOGRAFIA:
López C. (2002): “Hacia una nueva didáctica de la contrastividad en las LE: el enfoque cognitivo”, Carabela, 52, La lingüística contrastiva en la enseñanza de E/LE (II), págs. 5-22, SGEL, Madrid
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