Dejando ya a un lado mi presentación, vamos a adentrarnos un poco en materia. Para ello voy a seguir una serie de pasos, intentando explicar lo que es para mí la enseñanza de Lenguas extranjeras. Esta explicación estará dividida en:
- Necesidades de formación
- Expectativas de formación
Necesidades de formación
Centrándonos en la enseñanza de las lenguas extranjeras, creo que el recurso fundamental con el que debemos de contar es la empatía. Creo que esta imagen representa a la perfección mi pensamiento al respecto del proceso enseñanza-aprendizaje:
Según la RAE la empatía es "Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro". Si queremos que este proceso se lleve a cabo de la manera más óptima, debemos saber ponernos en el lugar de los alumnos a los que vamos a intentar enseñar. Debemos hacernos las preguntas que ellos tienen en la cabeza para que cuando estemos mostrando los entresijos del idioma seamos capaces de adelantarnos a las dudas que les puedan surgir. Debemos saber cómo se sienten al respecto del aprendizaje, en qué posición se ven respecto a la clase y respecto a la asignatura. Estoy de acuerdo con muchos compañeros que defienden que lo primero a la hora de enseñar idiomas es el respeto, la multiculturalidad... Pero creo que estos son valores que debemos enseñar, no recursos que necesitemos para que la enseñanza sea más efectiva. Por el contrario, la empatía sí que me parece vital para el éxito de nuestra labor.
Y es que como profesores de Lengua Extranjera, nuestra misión fundamental no es sólamente que nuestros alumnos sepan hablar o escribir en el idioma que estamos intentando enseñarles, si no que disfruten haciéndolo. Que sientan la necesidad y utilidad del idioma que están aprendiendo. Que no les suponga una carga si no un aporte. Y esa visión sólo se la podemos dar nosotros. Pero para poder hacerlo, necesitamos saber el punto de vista desde el que ellos perciben a la lengua, por eso he focalizado tanta importancia en la empatía.
Expectativas de formación
Después de 6 años estudiando sobre la enseñanza y trabajando poniendo en práctica lo aprendido dando clases particulares a alumnos desde los 7 años hasta los 41, he llegado a la conclusión de que el mayor y primer reto al que un educador ha de hacer frente siempre es el saber ponerse en el lugar del otro. Para empezar hay que tener en cuenta la edad. Saber lo que puede pensar una persona y sus intereses es vital para hacerle llegar el idioma de una manera u otra. Obviamente no vas a utilizar los mismos recursos con una persona de 30 años que con un niño de 10, ya que sus motivaciones son completamente diferentes. A partir de ese momento en el que ya sepamos cómo abordar el idioma con ellos, elegiremos la metodología más apropiada.
Este momento es el que más interrogantes puede plantearme, ya que debido a la época en la que vivimos en la que existen continuos descubrimientos y avances en todas las materias y campos, podemos vernos un poco perdidos en cuanto dejamos de informarnos asiduamente al respecto del tema. Por eso es importante que como profesores tengamos siempre esa motivación por aprender, por seguir investigando y absorbiendo conocimientos por todas partes. Debemos saber el funcionamiento de todos los nuevos recursos que se ponen a nuestra disposición (ya sean pizarras digitales, proyectores, portátiles...) así como saber sacarles el máximo rendimiento en la situación en la que queramos utlizarlos. En mi práctica docente previa creo que precisamente mi carencia fueron los dos principales puntos de los que ahora hablo: la falta de empatía y la óptima utilización de los recursos. Quizás por eso ahora los considero lo más importante a la hora de entrar en materia educativa.
Y precisamente la empatía me parece el aspecto más complicado de llevar a la práctica en la enseñanza de Español como Lengua Extranjera. ¿Por qué? La razón es bastante siemple: Cuando somos Maestros de Inglés como lengua Extranjera, los alumnos que tenemos están en la misma situación en la que estuvimos nosotros años atrás, por lo que nos es más fácil ponernos en su lugar y adelantarnos a las dificultades que puedan tener, ya que es muy probable que nosotros o los que eran nuestros compañeros las pasaran en su momento. Por el contrario, en la enseñanza de Español como LE. los alumnos a los que impartiremos clase ven el idioma de manera diferente a como lo hemos aprendido nosotros (desde el momento en que nacimos) por lo que las dificultades que puedan surgirles serán diferentes.
Por ello, de este curso espero ganar esa empatía para con los alumnos de Español como LE, ya que me parece todo un reto a realizar. Esta meta así como la adquisición de metodologías innovadoras o al menos para mí nuevas, son los dos objetivos académicos principales que deseo adquirir. También quiero conocer muchos puntos de vista diferentes sobre la enseñanza del idioma, por lo que me encantaría poder conocer la opinión de mis compañeros en este viaje, ya que creo que es muy enriquecedor, sobre todo por el hecho de que muchos de ellos proceden de zonas muy dispares del mundo.
Conclusión
Para finalizar estaría bien reflexionar sobre mis metas profesionales y responderme a mi mismo a la pregunta de hacia dónde podría dirigirme. Bien, creo que la única meta profesional que me he puesto es disfrutar haciendo lo que hago, y en el momento en el que no lo cumpla, buscaré otra salida. ¿Y que hacia dónde voy? No lo sé, y nadie puede responder a esa pregunta a ciencia cierta. Me limito a vivir el día día y a disfrutarlo, y a que la suma de esos días tenga como resultado algo tan importante como cada uno de los días por separado.
¿Vosotros no os hacéis continuamente esta última pregunta? La verdad es que me encantaría leer vuestras opiniones al respecto.
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